martes, 12 de noviembre de 2013

Qué sueño...

Era una reunión familiar. Estábamos todos.... Ya habíamos terminado de comer y la sobremesa se formaba de innumerables voces que a los gritos se unían en una sola.
No sé quién era el dueño de casa, pero todos los parientes estaban exultantes. Por momentos yo me veía entre ellos, hablando con unos, riendo con otros, escuchando, jugando …
También por un patio, al que se podía acceder por un enorme ventanal, pasaban varios de mis vecinos.  No cuestioné su presencia, sin embargo me asombré cuando descubrí, entre todos los allí presentes, a Mujica Láinez, quien con ojos tristes y una incuestionable vejez, estaba sentado sobre un sillón.  ¿Cómo sé que era él? Porque era su cara, sí, también su voz y porque en un momento del sueño, yo, con mi ejemplar de Misteriosa Buenos Aires me acercaba y él decidía contarme unos secretos ¿Cuáles? No recuerdo.