Después de abandonar el lugar cavilando sobre la situación, enredándome
entre lo dicho, lo callado y lo olvidado dejé que mi boca se entreabriera y
dijera “me altera que no tenga poder de vuelo.” Él apareció como
por arte de magia y me respondió: “No tengo alas para llevarte, pero, si faltas…
¿cómo salvarme?”
Jamás apareció, jamás lo dije. Sólo son trampas de mi
inconsciente.
Trampas,Nuestro inconsciente nos llena de ellas y aveces el conciente tambien.
ResponderEliminarSí, porque muchas veces las deseamos.
EliminarHola! muchas gracias por pasar por nuestro blog http://laspiezasdemivida.blogspot.com.es/
ResponderEliminarrealmente no te podemos adelantar nada de lo que sucedió ya que eso es basicamente nuestra historía y..bueno aun estamos viendo lo que pasó, pero no te preocupes por que lo iremos contando conforme nos fuimos dando cuenta!
muy bueno lo que has escrito..y es que nuestro subconsciente nos hace muchas trampas!
cuidate :)
Gracias por invitarme a leerlo!
EliminarMmmmm me parece que señor inconciente quiere que se quede a toda costa. Deje que la imaginación le gane a la realidad y escapese!!!. Besooooos
ResponderEliminar¡Este señor inconsciente! Le voy a pedir que me regale un poco de inconsciencia.
EliminarNunca dejes de aletear!!
ResponderEliminarNo, pero temo la caída.
EliminarComo cantaba un tal Baglietto hace muchos años:
ResponderEliminar"Tampoco fuí a la cita yo...".
Pasa más seguido de lo que debiera :-S
Tal cual, Gabrielli...
EliminarSuele pasar...
ResponderEliminarSaludos desde Madrid
Y sí, Eva Letzy !
EliminarGracias.Saludos desde Argentina