Toco timbre. Espero. Me alejo para ver cómo las sombras se acercan a la
puerta de vidrio. El pasado, el presente y el futuro, como imágenes desesperadas,
se cruzan, se pisan, se golpean, se despegan y me acercan aún más a este pórtico, en el que tantas otras veces
dudé, reí y lloré. Abren la puerta. Sé que volví, aunque con fecha de vencimiento,
pero volví. Digo: -“Qué tal, tanto tiempo,
cómo andan (…) saben que es un placer para mí estar acá (…)” mientras un
nudo en la garganta presiona un torrente de emoción contenida.
Volver...
ResponderEliminarCon la frente marchita...
Volver...
Saludos
J.
Bajo el burlón
Eliminarmirar de las estrellas
que con indiferencia
hoy me ven volver...
Volver nunca es fácil...
ResponderEliminarUn beso desde el Taller!!
Así es pero tiene su encanto, Joan.
EliminarComo me gustaría tener un lugar al que volver...
ResponderEliminarAbandonó alguno por un tiempo y cuando creas que la ausencia es considerada, volvé (?). (Seguro que tenés algún lugar al que volver...pensalo, pensalo)
Eliminar*Abandoná
Eliminaruno vuelve siempre
ResponderEliminara los viejos sitios
donde amó la vida...
y entonces comprende
Eliminarcómo están de ausentes
las cosas queridas...
Me mata la ansiedad, mirá que sos cruel :p...
ResponderEliminarQuiero el Pórtico ideal III, IV, V, VI...
Ojalá, Dan, pueda crear el Pórtico ideal III y IV.Si es así, te cuento de qué se trata :) (Espero que sigas por este medio, no creo que sea muy pronto...)
EliminarBueno, si del otro lado del pórtico hay internet, nos seguiremos contactando por este medio :p
ResponderEliminarYo siempre me imaginé el cielo con todos los servicios, incluido alumbrado barrido y limpieza, así que... :)