domingo, 14 de abril de 2013

Trazo línea


Cuadrados y ángulos 

Casas enfiladas, casas enfiladas,
casas enfiladas.
Cuadrados, cuadrados, cuadrados.
Casas enfiladas.
Las gentes ya tienen el alma cuadrada,
ideas en fila
y ángulo en la espalda.
Yo misma he vertido ayer una lágrima,
Dios mío, cuadrada.

Alfonsina Storni 

viernes, 5 de abril de 2013


 Siempre intento estar, en este mundo "A lunares", completamente ajena a ciertas realidades. Pero esta vez no puedo. No admito no comentar la situación que está viviendo mi ciudad desde el martes: Lo que en principio parecía ser una lluvia intensa la dejó sumergida ( y no por casualidad utilizo el verbo “sumergir”) en una catástrofe que parece  imitar los castigos bíblicos del Antiguo Testamento o el diluvio de Cien años de soledad
 La capital de las diagonales en menos de cuatro horas vivió instancias aterradoras. Dicen los que saben que llovió en muy poco tiempo lo pronosticado para cuatro meses, por este motivo, las calles se convirtieron en ríos extremadamente caudalosos y los vecinos se encontraron rápidamente con  la presencia de hasta dos metros de agua dentro de sus casas. Como en una guerra entre la naturaleza y los humanos nos hallamos envueltos en una tragedia sin precedentes.
 La zona en la que vivo y trabajo no fue tan afectada. Nadie se puede quejar de la falta de luz, teléfono o agua cuando el techo y la cama calentita están. Por eso desde el miércoles estoy  escuchando los relatos de los alumnos que asisten a las escuelas en donde trabajo. Claramente, los chicos que se acercan al colegio lo hacen para ayudar con las donaciones o simplemente para descargar un poco, en palabras, lo que vivieron. Los ojitos llorosos y la voz temblorosa de algunos cuando relatan haber visto pasar por las calles no solamente animales y personas vivas arrastradas, por la furia de la corriente, sino también cadáveres que flotaban, no va a ser fácil de olvidar.
 “Mi hermanito de seis años estaba con mi mamá en el momento de la tormenta y me dijo que a su más amigo se lo llevó la corriente y no lo encuentran.”  Me cuenta un chico que vive con su abuela y no sufrió lo que el resto de su familia. Otros a viva voz comentan: “Vivo cerca de un  arroyo, dicen que se cayó una camioneta con familia y la corriente se los llevó.”; “Mi tío pasó la noche en el techo porque le llegaba el agua al cuello”; “Estoy viviendo con muchos familiares que se quedaron sin casa”; “Pude salvar a mi abuela que estaba sola y mientras la llevaba, encima de mí con el agua a la cintura, varias personas se me colgaban del cuello pidiéndome ayuda…no sabía cómo hacer.” ; “Volvía de las vacaciones y el colectivo me dejó en la zona más afectada, llegué nadando a mi casa mientras los autos que flotaban y no sé qué otras cosas, porque estaba todo oscuro, se me venían encima.”

 PIDO ENCARECIDAMENTE QUE HAGAN DONACIONES EN SUS LOCALIDADES (colchones, frazadas ,ropa, toallones, zapatos, alimentos, pañales, velas, elementos de higiene personal y general y todo lo que crean necesario)  PORQUE SÉ QUE DIFERENTES ORGANIZACIONES SE ESTÁN AGRUPANDO EN LAS PROVINCIAS Y QUE TODO ESTÁ LLEGANDO PARA LAS ZONAS AFECTADAS. MUCHAS GRACIAS.