martes, 28 de agosto de 2012

Volvió el vaivén nocturno

Como epílogo de un sueño tardío, cuatro patitas sensuales presionan mi espalda mientras un ronroneo inconfundible se acerca a mi oído derecho. No me asusto, aunque reconozco imposible la visita porque estoy convencida de que la puerta de mi habitación está cerrada. Siento las frazadas muy tirantes sobre mí. No quiero abrir los ojos; pero de pronto se activa vigorosamente la ficha de la realidad  y  junto a ella surgen las preguntas internas “¿qué día es hoy? ¿Me quedé dormida?” (El corazón se acelera, la respiración se vuelve dificultosa) Sin conexión estallan las respuestas  ¡Es martes! ¡Cambio de horario! ¡Cierto! ¡Ayer! ¡Acepté!  Abro un ojo. (Tic,tac…se completa un segundo ) Del felino no quedan rastros. Con los dos ojos abiertos busco desesperada el reloj luminoso, no veo, no encuentro...¿El libro de ayer? ¿Dónde estoy? Me destapo para acelerar el descubrimiento y activar mis sentidos, sin embargo mi reacción es prudente... ¡Ay! Una de mis manos siente el frío del piso ¿Cómo?  ¿Quién me trajo acá?  ( El corazón vuelve a acelerarse)  Me doy por vencida...Estoy  recostada sobre un colchón improvisado con los almohadones del sillón del living.

domingo, 26 de agosto de 2012

Bajo la lluvia

En medio de una conversación que roza el lamento, le digo a una amiga:
-" Después soñé con la canción La margarita dijo no "


Ella me escucha, me ofrece más galletitas y dice:- "En otra vida, seguramente, fuimos tremendas putas."

viernes, 17 de agosto de 2012

Aleteando


Después de abandonar el lugar cavilando sobre la situación, enredándome entre lo dicho, lo callado y lo olvidado dejé que mi boca se entreabriera y dijera “me altera que no tenga poder de vuelo.” Él apareció como por arte de magia y me respondió: “No tengo alas para llevarte, pero, si faltas… ¿cómo salvarme?
Jamás apareció, jamás lo dije. Sólo son trampas de mi inconsciente.

martes, 14 de agosto de 2012

Señora Lluvia

Escuché que los nenes cantaban:


Cuando llueve no hay permiso,
para salir a pasear
a través de mi ventana
con la lluvia amiga me pongo a jugar.

Con gotitas me dibuja,
todo lo que quiero ver.
Yo lo muestro mis juguetes,
con la lluvia amiga
me voy a entender.

Tengo un monito que hace clin, clin.
Y una escopeta que tira pum, pum.
Un juego de carpintero, un carro lechero.
Un auto y un tren.
Tengo un payaso que tiene un pom, pom.
Y cascabeles que suenan clin, clin.
Un caballito y un trompo, un gran barrilete
y un monopatín.

Señora lluvia dame un charquito,
para que flote mi botecito.
Señora lluvia a dónde irá,
el arcoíris viene detrás.

Y después de la cachetada de infancia deseo fervientemente poder decir con convicción los dos últimos versos.Señora Lluvia,basta, puede retirarse, el arcoíris viene detrás.

viernes, 3 de agosto de 2012

El mundo, lo real, siempre centellea como espacio ausente


     Todos, alguna vez, hemos padecido esos debates inapelables que una dama, con acopio de interjecciones y de anacolutos jura que la palabra luna es más (o menos) expresiva que la palabra moon. Fuera de la evidente observación de que el monosílabo moon es tal vez más apto para representar un objeto muy simple que la palabra bisilábica luna, nada es posible contribuir a tales debates; descontadas las palabras descompuestas y las derivaciones, todos los idiomas del mundo(…)son igualmente inexpresivos. No hay edición de la Gramática de la Real Academia que no pondere "el envidiado tesoro de voces pintorescas, felices y expresivas de la riquísima lengua española", pero se trata de una mera jactancia, sin corroboración. Por lo pronto, esa misma Real Academia elabora cada tantos años un diccionario, que define las voces del español...En el idioma universal que ideó Wilkins al promediar el siglo XVll, cada palabra se define a sí misma. Descartes, en una epístola fechada en noviembre de 1629, ya había anotado que mediante el sistema decimal de numeración,  podemos aprender en un solo día a nombrar todas las cantidades hasta el infinito y a escribirlas en un idioma nuevo que es el de los guarismos; también había propuesto la formación de un idioma análogo, general, que organizara y abarcara todos los pensamientos humanos. John Wilkins, hacia 1664, acometió esa empresa.
    Dividió el universo en cuarenta categorías o géneros, subdivisibles luego en diferencias, subdivisibles a su vez en especies. Asignó a cada género su monosílabo de dos letras; a cada diferencia, una consonante; a cada especie, una vocal. Por ejemplo: de, quiere decir elemento; deb, el primero de los elementos, el fuego; deba, una porción del elemento del fuego, una llama.(…) He registrado las arbitrariedades de Wilkins (…)notoriamente no hay clasificación del universo que no sea arbitraria y conjetural. La razón es muy simple: no sabemos qué cosa es el universo.(...) Cabe ir más lejos; cabe sospechar que no hay universo en el sentido orgánico, unificador, que tiene esa ambiciosa palabra. Si lo hay, falta conjeturar su propósito; falta conjeturar las palabras, las definiciones, las etimologías, las sinonimias, del secreto diccionario de Dios(…)
Esperanzas y utopías aparte, acaso lo más lúcido que sobre el lenguaje se ha escrito son estas palabras de Chesterton: ´´El hombre sabe que hay en el alma tintes más desconcertantes, más innumerables y más anónimos que los colores de una selva otoñal...cree, sin embargo, que esos tintes, en todas sus fusiones y conversiones, son representables con precisión por un mecanismo arbitrario de gruñidos y de chillidos. Cree que del interior de un bolsista salen realmente ruidos que significan todos los misterios de la memoria y todas las agonías del anhelo.´´

Borges,Jorge Luis en  "El idioma analítico de John Wilkins”