sábado, 30 de julio de 2011

Sin título

Llega mi mamá toda cargada de bolsas en las que se asoman ramitas y flores. Lleva, junto a su expresión forzada, una gran sonrisa. Viene del vivero. En  tono chistoso me dice: “¡Compré una plantita para vos!” Respondo: “¿Qué?” y me vuelve a decir: “¡Compré una plantita para vos!” Hace una  pausa breve, acentúa su mirada cómplice y levantando la voz dice:
-¡Ojo de poeta se llama!

martes, 26 de julio de 2011

Lunes

Por suerte existen los días en los cuales una se siente totalmente feliz, cierra la puerta de su casa al ritmo de una canción mental, saluda a los vecinos con mucha efusividad, cruza las calles luciendo una impecable sonrisa y espera el micro sumergida en una nube de posibles encuentros. En esos días vemos al chofer más amigable, y hasta puedo decirlo, sí, esperamos poner monedas que no sean leídas por la máquina, para poder realizar una lectura más clara de los pasajeros. Además, mostramos una actitud totalmente despreocupada frente a las mujeres que buscando asiento te frotan su cartera por el brazo, te pisan con el taco, o te refriegan el pelo por la cara. Sabemos que ellos también están ahí. Pero no descubrimos al atrevido, ni al transpirado, ni al “reguetonero” con su mp3 a todo volumen, ni al anciano perfumado y con sombrero. No. Antes de subir estamos al tanto de la hora (16:30) y del día (lunes) en el que viaja ÉL en el asiento trasero.

jueves, 7 de julio de 2011

Miedo

 La mayoría de mis compañeros se encontraban en clase, pero a mí me faltaban unos minutos para tener lapicera en mano. Cuando miré el reloj, después de dar unas vueltas por el sector, saludar al espejo del baño y visitar la fotocopiadora, me di cuenta de que exactamente debía esperar veinte minutos. Podía ir a la llamada “sala de lectura” de la biblioteca pero no tenía ánimo…además nunca puedo leer ahí, termino escuchando conversaciones ajenas (pero eso es tema aparte). Entonces decidí quedarme ahí, sola, como loco malo esperando a que pasara el tiempo. Agarré el celular, miré la hora, inconscientemente fui a la bandeja de entrada, lo cerré, lo volví a abrir, lo guardé. Pensé en el reloj nuevo que lucía en mi muñeca izquierda y en la costumbre de la consulta horaria en la pantallita del LG. Obviamente no era la única que esperaba, había otras personas a mi alrededor: algunos pasaban rápidamente  y se hundían en las escaleras; dos chicas hablaban sobre la clase de una tal “Romani” o “Romano”; un chico con una cabellera prominente y desordenada miraba hacia un punto fijo mientras movía insistentemente la pierna derecha; una profesora hablaba sobre la entrega en tiempo y forma con, seguramente, su alumna. 
 Después de un rato, descubrí  a alguien más que en forma solitaria analizaba el corredor y era “el chico que me da miedo”, sí, no sé cómo se llama, no sé qué estudia. Es extraño, observa a todos y a todo con una mirada de miopía sin anteojos –y lo dice una miope-. Lleva los hombros hacia arriba y se acomoda repetidamente el cuello de la  camisa. Los brazos cruzados sobre su pecho parecen ser sus únicos amigos.  A veces simula estar apurado pero al rato vuelve a aparecer tímidamente entre los estudiantes –que también lo miran raro-. Parece esperar el día justo para sorprendernos a todos. Ahora, él también estaba ahí, deambulando por el sector, consultando la hora reiteradamente, mirándonos las caras,  presionando las teclas de un celular , sentándose, parándose al rato, yendo a la fotocopiadora, volviendo…
 Yo, ahí, esperando ¿era también “la chica que me da miedo” de algún otro?

domingo, 3 de julio de 2011

viernes, 1 de julio de 2011

Comienzo

  Tengo que  estudiar -sí, época de parciales y finales-.
  Los apuntes que dejé recostados sobre la almohada me están llamando pero no precisamente para leerlos, ellos me están invitando a dormir…Sin pensar demasiado inicio sesión  en MSN como no conectado. Busco el resultado que días anteriores me reveló un test  titulado"¿Cómo te llevás con la tecnología?” - Una tontería que me apareció en el inicio de Hotmail… pero que quise hacer-
"Rechazas las nuevas tecnologías. Para , lo que en algún momento se presentó como un "medio" terminó alienando a las personas. Prefieres los contactos cara a cara, las conversaciones por teléfono y las experiencias en vivo. Aún pagas por ir al cine y disfrutas el aroma de los libros (de verdad). Utilizas Celulares y computadoras sólo para cuestiones esenciales. ¿Facebook? ¿Twitter? ¿Messenger? ¡Nada! ¡Quieres vivir offline! "
 [[¡Vuelvo a ver el “TI” con acento! Señor Test: Como sabrá, “ti” es un pronombre personal tónico de segunda persona del singular, no lleva tilde, es monosílabo. Tal vez se equivoque por recordar “sí” y “mí” que  requieren la presencia de…  ¡Basta! Retomo…]]
  No tengo Facebook, no tengo Twitter  pero sí “Messenger” -aunque en este momento esté conectada de manera invisible-. Sí, Señor Test, todavía pago por ir al cine -espero seguir haciéndolo-  y amo el aroma de los libros.
  Obviamente ¡Yo Quiero vivir offline! No quiero una vida virtual…pero hoy  mientras los apuntes me esperan sobre la almohada, la fecha del parcial se aproxima y la luz del monitor me ilumina comienzo con: “A lunares.”
  Sea usted bienvenido.

Abro paréntesis

 (